Estoy en una etapa nueva de mi vida, cuando era adolescente tuve un trabajo en donde vendía cosméticos, maquillajes, cremas, todo lo que es “la belleza de la mujer”. Esta etapa de mi vida es un renacer, estoy logrando salir de mi triste vida, que es salir de la prostitución. 

Ayer cuando llegó la caja de productos Amodil, me emocioné hasta las lágrimas, porque sentí que era mi negocio, mi propio negocio y que Dios me está dando la posibilidad y oportunidad de cambiar mi vida y así dejar atrás mi pasado tan triste.

Hace dos semanas, cuando venía del comedor Mamá Margarita con mi perrita, habían dos mujeres en un auto y una me llamó. Cuando me acerqué me propuso vender cosméticos y me quedé alucinada de hacer esto. Era algo que le venía pidiendo a Dios y cayó del cielo, encontrar un trabajo. De a poquito, éste es un camino que empiezo a hacer, caminando hacia adelante. Cande me va a ayudar, a guardar la plata, a hacer las cuentas de los cobros y a hacer los pedidos de las campañas. Me siento muy feliz de tenerla en mi vida como amiga.

Soy travesti, el 31 de agosto cumplí 50 años y fue un cimbronazo para mi, me sentí derrumbada, cansada de vivir, frustrada y muy sola, a pesar de que tengo al Hogar de Cristo que es mi familia del corazón, un grupo de gente que me quiere y para mi eso es muy fuerte.

Lo que le pido a Dios desde hoy 21/9, día de la primavera, es conseguir un trabajo digno y honrado, limpio y puro. Eso haría que yo me reinvente y sea una nueva mujer. Tengo la esperanza en Dios y en mi santito que voy a lograr ser feliz. 

Soy paciente psiquiátrica hace 16 años, tengo una gran psiquiatra. Soy de Bahía Blanca. El viernes es posible que tenga una psicóloga una vez por semana. He tenido recaídas muy fuertes últimamente, así que le pedí a mi psiquiatra que me salve de esta situación que estoy viviendo y ella prometió ayudarme.

Tengo mis animalitos que son mis hijos, Mateo, mi gatito negro, Valentina, también una gatita negra de 15 años y Antonella Andrea del Boca, mi gatita bebé que es un sol, un ser que necesita tanto amor. Cada vez que llego a mi casa, se prende a mí y se queda en mis pechos. Yanina, mi perrita, que era de mi mamá, siento que es mi mamá, mi hermana, mi hija, es todo para mí, estoy todo el tiempo dándole amor y cariño, cosa que yo no pude tener con mi madre. Al morir mi mamá hace 6 años, ella quedó solita, es la mejor herencia que me pudo dejar.

Foto de Nita